La Revolución Francesa

La Revolución Francesa fue un cambio político y un conflicto social que se dio en Francia entre los años 1789 con la auto-proclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional y 1799 con un Golpe De estado por parte de Napoleón Bonaparte. La Revolución se dio, ya que el pueblo estaba cansado de un régimen monárquico y opresor.

La Revolución Francesa sirvió de ejemplo para muchos países, en donde se desataron conflictos sociales similares, en contra de un régimen anacrónico como era la monarquía.

Las causas de la Revolución Francesa

En la segunda mitad del siglo XVIII, Francia era el estado más representativo del antiguo régimen: era absolutista, con una economía rural y una sociedad estamental. En esta situación, cuatro tipos de causa provocaron la Revolución: 

1. Económicas: Desde 1760 sucedieron una serie de malas cosechas que llevaron a la ruina a los productores de cereales y de vinos.

2. Fiscales: El estado francés se encontraba en una grave crisis financiera, ya que a lo largo del siglo XVIII se había embarcado en continuas guerras contra las potencias europeas. 

3. Sociales: La crisis económica y sus posibles soluciones generaron un gran descontento entre los sectores sociales. Las medidas de emergencias propuestas por los ministros del rey Luis XVI, que obligaban al pago de impuestos sobre la propiedad, fueron rechazadas por los sectores nobles y clericales.

Los burgueses también estaban en descontento porque a pesar de su creciente injusto que sólo el tercer estado pagara impuestos. 

4. Ideológicas: La influencia de las ideas ilustradas hizo que la mayoría de la población tomara conciencia de que el estado debería de respetar sus derechos.

Consecuencias de la Revolución Francesa

    1. Se destruyó el sistema feudal.

    2. Se dio un fuerte golpe a la monarquía absoluta.

    3. Se dio la difundió la declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos.